La cura para el cáncer es un tratamiento alternativo que no es invasivo y es 100% funcional. Esto es a través de una vitamina B-17 (también llamada Laetrile), obtenida del damasco. El procedimiento más natural y eficaz es el de martillar la semilla y obtener la pepita (el lugar en donde se encuentra la vitamina nombrada recientemente), comer 2 o 3 pepitas cada hora por dos meses y así se obtiene el resultado que hubiera obtenido con una quimioterapia. Sin embargo casi nadie esta enterado, debido a que hay muchos intereses económicos que están en juego, y dicho sea de paso la medicina propiamente dicha, es la 3er causa de muerte en el mundo.
Vitamina B-17: Posee propiedades específicamente curativas en contra del cáncer, éstas se deben a que en presencia de agua y de la enzima beta-glucosamidasa, la molécula de B-17 genera cianuro y benzaldehido. Estos compuestos son, individualmente sumamente tóxicos, pero funcionan en simbiosis y de esta manera se multiplican sus efectos por un factor que se calcula que los hace cerca de 100 veces más potentes.
Esta enzima, la beta-glucosamidasa, se encuentra en cantidades significativas en las células cancerosas, y muy poco en el resto del cuerpo, por lo general hasta 100 veces más. Por consiguiente, estas sustancias tóxicas destruyen únicamente a las células cancerosas. Una verdadera quimioterapia, específica, localizada y muy eficaz, además de ser una manera muy natural de hacerlo.
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