Se trata del Centro de Medicina Regenerativa de Edinburgo, donde se siguió desarrollando la tecnología usada para crear a Dolly. A partir de un poco de piel tomada de un paciente, lograron crear neuronas genéticamente idénticas a las que hay en el cerebro de la persona. Estas células cerebrales creadas en el laboratorio pueden ser estudiadas ahora para averiguar más sobre la condición que sufren estas personas.
“Las neuronas de un paciente nos pueden decir mucho sobre las condiciones psicológicas que los afectan, pero uno no puede arriesgarse a introducir una aguja en el cerebro de alguien y retirar células”, explica Charles Ffrench-Constant, director del centro. “Sin embargo, hemos encontrado una manera de evitar eso. Podemos tomar una muestra de piel, hacer células madre a partir de ella y luego dirigir estas células para que crezcan como neuronas. Esencialmente, estamos convirtiendo la piel de una persona en un cerebro. Estamos haciendo células que antes eran inaccesibles. Y podremos hacer eso en el futuro con el hígado, corazón y otros órganos para los que es muy difícil hacer biopsias”, afirmó el científico a The Guardian.
Los investigadores están trabajando ahora con un grupo de condiciones neuronales, como esclerosis múltiple, Parkinson, esquizofrenia, trastorno bipolar y otros. El trabajo se ha concentrado en generar las neuronas a partir de la piel de pacientes, y luego tratarlas con medicinas que se usan actualmente para combatir trastornos psicológicos, observando cuál es la reacción de las células. Así, se pueden probar nuevas medicinas que podrían resolver algunos de estos problemas.
La tecnología usada por el centro deriva del trabajo realizado en Dolly, que mostró que las células animales son más flexibles de lo que se pensaba. Esto permitió que los científicos convirtieran células adultas – como la de la piel – en células madre, que pueden convertirse en cualquier otra célula del cuerpo.
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